Bonassola es el primer pueblo al norte de Levanto y, de hecho, siempre está en mi corazón. Crecí allí, ya que solía estar allí el restaurante familiar de mariscos, justo en el paseo marítimo.

Este pequeño pueblo costero parece tener un poder especial, obligando a sus visitantes a volver una y otra vez, y por eso grupos de amigos se reúnen allí año tras año, generación tras generación. Aquí casi nada pasa ni cambia, y esto es lo que lo hace especial y precioso.

“soothing, unforgettable, inexhaustible”

Hemingway

Qué visitar

¿Algunos aspectos destacados? ¡Fácil! Su hermosa playa está rodeada por dos promontorios rocosos, su mar cristalino refleja la maquia mediterránea circundante, su tranquilo centro peatonal, sus fragantes jardines de limoneros, las pintorescas aldeas en las colinas de alrededor... únicas.

En la época feudal perteneció a la familia Da Passano, luego a la República de Génova, mientras que en el siglo XV el pueblo formaba parte de Framura. Fue en este período que el pueblo empezó a crecer. La costa estaba llena de gente, redes de pesca y olores, a pesar de las frecuentes incursiones de los piratas sarracenos.

Además del típico "dolce far niente" en la hermosa playa de Bonassola, recomiendo un paseo hasta la romántica iglesia rosa que domina el mar, conocida como Madonnina della Punta, y, al otro lado de la bahía, una corta caminata hasta Punta del Carlino, por el estrecho sendero atrapado entre pinos y mar. El panorama desde el Castillo de Ardoino, del siglo XVI, recientemente restaurado, también merece una corta y empinada subida.

Recomiendo una visita a la Iglesia de Santa Catalina de Alejandría, en pleno centro para los amantes del barroco. La fachada típicamente ligur no tiene nada que ver con su interior absolutamente magnífico: dorados por todas partes, mármoles policromados y lienzos del taller de Bernardo Strozzi. Esta iglesia también alberga la estatua de la Virgen del Rosario, que se celebra el primer fin de semana de octubre, justo al final de la temporada de verano.

Otro evento importante es la entrega del único e inimitable Premio Ucca, el 16 de agosto. Se trata de una fiesta goliardica dirigida por un grupo de encapuchados cuya misión es burlarse de quienes durante el año se distinguieron con “fallas épicas” más o menos grandes... diez menciones y un premio, la Ucca precisamente, que rima en una especie de de una lengua latina contaminada y al mismo tiempo enriquecida por el dialecto local.
Por último, para los más pequeños, el Festival Maremosso para niños terribles, que se celebra cada verano en agosto.

Llegar allí

Está en la línea ferroviaria Génova-La Spezia, a sólo 4 minutos y con una parada en Levanto. Sin embargo, te recomiendo caminar o ir en bicicleta por la antigua vía del ferrocarril en el paseo marítimo. ¡Solicite el mapa detallado y las bicicletas en la recepción!